
Los días nublados me ponen melancólica (más que de costumbre).
Cordenadas: Viamonte y San Martín.
Con piernas que ya casi no puedo mover, bajé las escaleras. Las lágrimas de la angustia se mezclaban con los restos de una clase de danza. Y ahí estaba yo, intentando dar pasos para llegar a algún lado.
La melancolía y la calle Florida no son una buena combinación. La gente que pareciera no sentir, te choca, te pasa, te atraviesa provocandome un poco de envidia y otro tanto de dolor.
Entre el desconsuelo y los beatles que estaban sonando por mis auriculares, hice uso de mi sueldo. Abbey Road, remasterizado, una buena opción para estos días.
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