
Fotografia de Josef Koudelka
“Menudos sueños los tuyos”, me dijo un día un viejo irónico en una plaza cuando yo tenía ocho años. Fue en la Martín Fierro o en la Peligrosa, mientras yo le contaba a mis abuelos cómo me gustaría volar, viajar y que todo lo que aparezca en los libros exista y pueda pasar.
“Menudos sueños los tuyos”, frase que hoy me repica como un candombe. El viejo negativo hoy debe de estar muerto, una lástima. Se pierde el gran espectáculo de la pendejita con sueños alocados que nunca fue capaz de asumirlos como imposibles.
Menudos sueños los tuyos, andreita. Semejante pelotuda de veinticuatro años. ¿Qué se le va a hacer?
No hay comentarios:
Publicar un comentario